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Fisioterapia pediátrica y control de esfínteres

En la actualidad, todavía hay un gran desconocimiento de los beneficios de la fisioterapia uroproctológica y de suelo pélvico en el tratamiento de los pacientes con parálisis cerebral y otras patologías neuromusculares. Entre los problemas de salud más frecuentes que podemos tratar se encuentran la incontinencia urinaria de esfuerzo y urgencia, la descoordinación o disinergia en la miccional o fecal y el estreñimiento funcional.

El control de esfínteres requiere de un buen funcionamiento de las estructuras anatómicas y un control neurológico que en algunos niños y niñas con PC se encuentra alterado. Además, es un proceso que se alcanza cuando hay cierta madurez y gracias al aprendizaje de esa conducta. Es por ello, que conservar la parte anatómica en condiciones óptimas hasta que haya una maduración neurológica es de vital importancia en los pequeños con algún retraso del desarrollo.

Se conoce que en los niños con PC bilateral con afectación GMFCS I y II y buen cognitivo o leve alteración pueden alcanzar el control de esfínteres diurno y nocturno hasta los 5 y 6 años. Esta edad aumenta a los 7-9 años en el 50% de niños con afectación moderada cognitiva y motora (niveles GMFCS III y IV). Con una afectación cognitiva severa un tercio de los pacientes alcanzarán esta capacidad de control de esfínteres entre los 8 y los 11 años. Los pacientes más afectados con niveles V de GMFCS y afectación cognitiva severa podrían no alcanzar este hito. (1) Es decir, aunque la edad más frecuente de control de esfínteres en los niños sin otra alteración está entre los 2 y los 3 años, en los niños y niñas con PC puede retrasarse este aprendizaje y entraría dentro de lo normal para su condición de salud.

Dada la influencia del sistema nervioso en el control de la micción y la defecación y su dificultad de valoración, los procesos fisiológicos evacuatorios han sido relegados a un segundo plano en la salud física de los pequeños con PC, por lo que se entiende como “normal” que sufran de estreñimiento crónico, necesiten del uso de laxantes o tengan escapes de forma frecuente.

Entre las disfunciones más frecuentes que podemos encontrar, como ya hemos comentado, se encuentran: la urgencia miccional o necesidad de ir al baño de forma imperiosa, la hiperactividad del detrusor (músculo de la pared interior de la vejiga), baja distensibilidad o disminución de la capacidad de almacenamiento y, por lo tanto, mayor frecuencia miccional, la encopresis (o incontinencia fecal), la enuresis (incontinencia urinaria nocturna) o el estreñimiento crónico.

¿Cuáles son las causas por las que los pacientes con parálisis cerebral sufren estas alteraciones?

Para estas alteraciones se conoce que hay una influencia multifactorial. Se sabe que la afectación cognitiva, el deterioro de la función y los hábitos dietéticos influyen de forma significativa.

También se conoce la alteración orgánica de los movimientos intestinales, ralentizando el tránsito digestivo (estreñimiento).

También son frecuentes los largos periodos de tiempo en la silla, la falta de actividad física moderada y las alteraciones ortopédicas como la escoliosis o la subluxación de cadera o los problemas de coordinación muscular. Estos últimos, impiden una correcta evacuación del bolo fecal cuando ya se encuentra en la parte distal del recorrido (en zona de recto). Que, a su vez, puede ser causa de alteraciones del control de la orina y precursor de infecciones recurrentes.

Los problemas de alimentación, como el rechazo de ciertas texturas y la disfagia, o la toma de medicaciones, también son elementos que pueden afectar a la correcta nutrición y a una menor ingesta de fibra y agua, lo que también perpetuará este estreñimiento.

A veces, tenemos la creencia errónea de que el estreñimiento es sólo la falta de evacuación más o menos diaria de heces, pero también incluye el tener que realizar evacuaciones dolorosas o la intermitencia entre diarreas y estreñimiento, entre otras.

Es importante valorar este aspecto, ya que muchas veces, la conducta de evitación de ir al aseo, por miedo al dolor, o por dolor abdominal no hace más que perpetuar la situación como un círculo vicioso, complicando el tratamiento y, por tanto, la salud general de nuestros hijos/as.

Por lo tanto, es importante conocer:

  • las medidas higiénico-dietéticas que pueden mejorar estas funciones en su hijo/a (como la ingesta adecuada de agua, la frecuencia miccional adecuada)
  • las medidas de control postural para una correcta postura y una disminución de las presiones abdomino-pélvicas
  • como ejecutar un entrenamiento realista y facilitador para adquirir la conducta de forma sana y respetuosa con el menor.

En una sesión de fisioterapia uroproctológica podemos realizar una valoración de la situación y una exploración no invasiva, a través de un estudio ecográfico de la actividad abdomino-pélvica, el uso de biofeedback y electromiografía de superficie para valorar el funcionamiento de la musculatura del suelo pélvico. Si tenéis cualquier duda no dudéis en consultarnos, ya que estamos a vuestra disposición.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Wright AJ, Fletcher O, Scrutton D, Baird G. Bladder and bowel continence in bilateral cerebral palsy: A population study. J Pediatr Urol. 2016 Dec;12(6): 383.e1-383.e8. doi: 10.1016/j.jpurol.2016.05.027. Epub 2016 Jun 11. PMID: 27448847.